¿La genética determina nuestro desino? Si esto fuera cierto, como bien dice el doctor Mario Alonso Puig, ya no podría sostener que soy libre, ya que mis decisiones respecto a lo que hago, digo, pienso, como, etc., darían igual si todo está determinado por la genética.
Todos hemos oído hablar de la genética, y tenemos tendencia a creer que de ésta depende casi todo lo que nos pasa o cómo somos, es decir, que “nos toca por herencia”. Hay una parte que viene determinada por la genética, esto está claro. Pero hay estudios que demuestran que el 99% de las enfermedades son epigenéticas.
¿Qué significa esto?, pues la Epigenética hace referencia a cómo afecta el ambiente y los factores externos, a nuestros genes. Por ejemplo, podríamos hablar del clima, de los nutrientes, del estrés emocional, de la contaminación, de los tóxicos, de si somos sedentarios o nos movemos, etc.
- El ADN o genoma seria como unas “instrucciones escritas”, y las sustancias químicas epigenéticas, serian como el “director de orquesta”. Diferentes “directores” pueden producir diferentes aspectos o comportamientos a partir del mismo ADN.
- El EPIGENOMA (que significa “encima de los genes”) es la estructura que los “enciende” o los “apaga”.
Por lo tanto, la respuesta a la pregunta del inicio es NO. La genética influye, por supuesto, pero lo que determina nuestro destino es el uso de la libertad que hacemos: las experiencias que tenemos, los entornos en los que nos movemos, las conversaciones que tenemos, los alimentos que consumo a diario, nuestro hábitos,…
La epigenética es el nexo entre genética y educación, entre nuestros genes y el entorno. Sabemos que los genes con los que nacemos pueden ser cambiados por nuestro estilo de vida.
Un ejemplo muy visual de esto serian dos gemelos monocigóticos, donde uno desarrolle una enfermedad genética y el otro no, o lo haga mucho tiempo después. Según el Dr. Esteller (especialista en Epigenética), aunque ambos tengan la misma mutación uno de ellos podrá acumular cambios epigenéticos que le harán desarrollar la enfermedad debido a su estilo de vida, mientras que el otro, con un estilo de vida diferente, no.
Esto es una fantástica noticia para quien piense que todo estaba determinado por la herencia y que no podemos hacer nada para cambiarlo. Podemos tener una información genética heredada, pero está se expresará o no en función de otros muchos factores. Así que sí que podemos hacer muchas cosas. Por ejemplo, se sabe que el consumo de sustancias tóxicas, o una radiación solar excesiva son nocivos para el epigenoma; y que el ejercicio físico y otros hábitos saludables, tienen un impacto positivo sobre éste.
Y mucho más allá, los noeurocientíficos hablan de que no solo heredamos la información genética, sino también las “activaciones” y “desactivaciones” epigenéticas. Lo que experimentamos nos podría afectar no solo a nosotros, sino nuestros descendientes. Es decir, que si yo, con mi “estilo de vida” activo o desactivo ciertos genes, esto también será heredado a mis descendientes.
Una vez más, vemos la importancia de adquirir hábitos saludables para una mejor calidad de vida: un descanso adecuado, actividad física moderada, alimentación equilibrada, evitar exposición o consumo de productos tóxicos, tener relaciones saludables, pensar en positivo, tener motivaciones e ilusión,… Y una vez más, ¡te animo a ello! ¡Un abrazo!