Seguro que alguna vez habéis oído hablar del Drenaje Linfático. Es una técnica de masaje bastante conocida, sobretodo en el mundo de la estética por su aplicación para la retención de líquidos y “piernas cansadas”, y para la prevención de procesos de envejecimiento (drenaje linfático manual facial).
Hoy os quiero hablar de la importancia del drenaje linfático en otras especialidades de la Fisioterapia, y concretamente cuando hay una intervención quirúrgica. Nos encontramos muchos casos dónde aplicar esta técnica es muy útil, como por ejemplo:
- Retención de líquidos / problemas circulatorios. Cuando hay retención de líquidos es que por alguna alteración propia del sistema linfático o por una causa secundaria (hormonal, traumática, etc.), el sistema linfático no es capaz de drenarlo todo, y con el DLM (drenaje linfático manual), estimulamos a un mayor funcionamiento de dicho sistema.
- Alteraciones digestivas (el sistema linfático abunda mucho en las membranas mucosas y al tracto gastrointestinal, sobretodo en intestino delgado).
- Linfedema. En mujeres con cáncer de mama que han necesitado ser intervenidas de linfadenectomia (extracción de ganglios a nivel axilar), pueden padecer de linfedema, que es una hinchazón que se produce en el brazo como consecuencia de la interrupcón de dichos vasos linfáticos. Esto es debido a que el volumen de linfa que se produce es mayor a la capacidad de drenaje, por lo que se acumula y causa inflamación.
- Edema del paciente hemipléjico. Es un trastorno bastante común que puede aparecer en el paciente hemipléjico a nivel de la extremidad superior afectada, sobre todo si no se hace un trabajo de prevención.
- Aplicación post cirugía. Esta es quizás donde menos se utiliza y en cambio donde no es menos importante. Por eso hoy os quiero hablar del drenaje linfático como una parte muy importante del tratamiento de fisioterapia después de una intervención.
Antes que nada me gustaría enfatizar en que esta técnica, para que sea eficaz, ha de ser aplicada correctamente, por un profesional debidamente formado.
Después de una operación, es muy probable que aparezcan efectos secundarios, como pueden ser el dolor y la inflamación de la zona (depende de la intervención, el médico te informa de que efectos pueden aparecer).
No estamos hablando de las complicaciones, que también pueden suceder después de una intervención, pero que aquí no hablaremos de ellas. Hablamos de los efectos más típicos y comunes después de una intervención, y que son “normales” debidos al proceso invasivo que supone una operación quirúrgica.
Normalmente, cuando iniciamos la fisioterapia o el proceso de recuperación después de una intervención, utilizamos técnicas como:
- Movilización pasiva
- Aplicación de electroterapia
- Ejercicios terapéuticos (asistidos, activos-asistidos, activos, etc.)
- Terapia manual específica en función de las necesidades
- Refuerzo muscular
- Trabajo propioceptivo
- etc…
Todas estas técnicas son imprescindibles (dependiendo de la patología / intervención), y normalmente el drenaje linfático sólo se utiliza cuando hay mucha retención de líquidos o en el mundo de la estética.
Desde que me formé en esta técnica y viendo sus beneficios, yo apuesto por aplicarla, siempre que se pueda y no esté contraindicado, como una primera técnica (antes de empezar con las demás) y/o complementando las otras durante el proceso.
¿Por qué?
Porqué dentro de sus beneficios de los cuales ahora os hablaré, hay dos básicos en un post-operatorio, que son su efecto sedante-analgésico y su efecto antiinflamatorio. Si incidimos en este aspecto, podremos actuar mejor después ya que el paciente se sentirá mejor.
Preparamos la zona. Haciendo el drenaje, estamos disminuyendo el edema y el dolor. Y preparamos al paciente, que estará mucho más receptivo para realizar el resto del tratamiento si se encuentra mejor.
De esta manera, el resto de técnicas o metodologías que apliquemos específicas para la recuperación del paciente, serán muy probablemente, más efectivas.
¿Qué es el Sistema Linfático?
El Sistema Linfático desempeña un papel muy importante como sistema defensivo. Forma parte del sistema circulatorio, y una de sus funciones es recoger el líquido residual que se encuentra en los tejidos, filtrarlo para eliminar los contaminantes, y devolver este líquido a la circulación venosa.
¿Y qué es el Drenaje Linfático Manual?
El Drenaje Linfático Manual es una técnica de masaje que se dirige a la activación del funcionamiento del sistema linfático superficial, para mejorar la eliminación de líquido y células de desecho, que por causas patológicas, puede encontrarse estancada.
Por lo tanto, tiene beneficios como:
- Activación del sistema inmunológico
- Eliminación de líquidos, residuos celulares y toxinas
- Mejorar la micro circulación
- Descongestiona tejidos inflamados por contusiones o edemas post-quirúrgicos
- Efecto sedante y relajante, ya que actúa sobre el sistema nervioso neurovegetativo y sobre la inhibición de los estímulos dolorosos.
Se puede aplicar, si no está contraindicado, después de muchos tipos de intervenciones, ya que en casi todas suele haber un edema post-cirugía y dolor. Pero sobretodo, dónde quizás más nos haga falta y más beneficios obtengamos, es en intervenciones de tipo traumatológicas y en cirugía estética.
Así que si te encuentras en un post operatorio y ves que te aplican esta técnica, no te extrañes y además verás cómo te beneficias de sus efectos. Y por qué no, si estás interesado o no sabes si te podría ir bien, consulta con tu profesional de referencia.
Si eres fisioterapeuta, te invito a que lo pruebes si no lo haces aún. Creo que puede resultar muy beneficioso para el tratamiento global.
Si te ha gustado y sabes de alguien que pueda interesarle, no dudes en compartir este post. ¡Muchas gracias y hasta el próximo!