¿Verdad que si te pregunto en qué posición te encuentras ahora mismo o qué movimiento acabas de hacer, eres capaz de contestarme con todo detalle?, ¿y verdad que no necesitas tener un espejo delante para poder saberlo?
El cuerpo tiene diferentes medios para saber en qué posición se encuentra respecto a sí mismo y respecto al medio que le rodea. Estos medios son:
- La vista
- El equilibrio
- La propiocepción
A través de estos tres medios del propio cuerpo, enviamos de manera inconsciente información al cerebro. Nos permite crear una imagen de nosotros mismos y una ubicación espacial.
Esta información de cómo se encuentra nuestro cuerpo respecto al medio, le permite al cerebro generar respuestas y ejecutar los movimientos y reacciones necesarias para relacionarnos con dicho medio.
Estas respuestas pueden ser movimentos voluntarios (por ejemplo para coger un objeto), movimentos reflejos (por ejemplo apartarnos rápido si algo va a golpearnos), reacciones automáticas (reequilibrarnos si nos tropezamos), o movimientos automatizados (por ejemplo un gesto deportivo).
La vista, como ya sabemos, es uno de nuestros “cinco sentidos”, y a través de ella recibimos información visual de nuestro entorno. Todos podemos comprobar cómo se dificulta nuestra manera de relacionarnos con el medio si cerramos los ojos.
El equilibrio: dentro del oído, a parte del sistema auditivo como tal, encontramos unos receptores específicos de los estímulos resultantes de los movimientos de cabeza, como por ejemplo giros, desplazamientos, inclinaciones, etc.
Esta información es enviada al cerebro, donde se reconoce la posición/movimientos de la cabeza y a parir de aquí se generan las respuestas pertinentes. Este recibe el nombre de Sistema Vestibular, y se encuentra en el oído interno.
La propiocepción es la información que recibe nuestro cerebro procedente de receptores específicos que se encuentran en nuestro sistema músculo-esquelético, y que le da información de nuestra postura corporal. Siempre respecto al medio que nos rodea.
Si desglosamos la palabra, “propio” hace referencia a uno mismo, y “cepción” hace referencia a consciencia. O sea, ser conscientes de nosotros mismos.
Por ejemplo, si cierras los ojos y te pregunto en qué posición se encuentra tu brazo, ¿verdad que sabes contestarme? Pues esta información que envía tu propio cuerpo al cerebro es la propiocepción.
Función
Después de lo que acabo de explicar, podéis seguro comprender la importancia que tiene el sistema propioceptivo para poder relacionarnos con el medio, y para evitar lesiones.
¿Por qué?
- No puedo realizar un movimiento correctamente si no sé de donde parto. Si no tengo una información clara (aunque sea de manera inconsciente), de cómo está puesto mi brazo, no puedo realizar un movimiento de manera correcta.
- Si no percibo bien el medio que me rodea y los estímulos externos que llegan a mi cuerpo mientras realizo una actividad, no puedo reaccionar y adaptarme de manera correcta para llevar a cabo dicha actividad.Por ejemplo, si estoy andando, he de notar si piso una piedra, o si alguien sin querer me desequilibra, o si llevo peso que me pueda desestabilizar, etc. El sistema Propioceptivo (como también el Vestibular y la Visión), nos dan toda esta información y me permiten, de manera voluntaria o automática, adaptarme para poder seguir caminando sin que todos estos estímulos sean un problema.
- También es importante la información que el cerebro tiene sobre “cómo somos” y “hasta donde podemos llegar”. Si por ejemplo estoy caminando y me tuerzo el tobillo, el cerebro detecta que hay riesgo de que se “estire” más de lo que sería normal, y provoca una serie de respuestas para corregir lo antes posible la posición del pie y que no nos lesionemos.
¿Cómo se puede ver afectado nuestro sistema propioceptivo?
Si por ejemplo tengo una lesión en el brazo y me inmovilizan durante mucho tiempo, perdemos el patrón corporal de dicho brazo, porque se han reducido de manera muy considerable los estímulos que se envían al cerebro.
Por esto es tan importante un trabajo de propiocepción dentro de un proceso de rehabilitación. Si trabajamos mucho a nivel de movilidad y refuerzo muscular, que también es importantísimo, pero no realizamos un buen trabajo de propiocepción, a la mínima que el cuerpo se encuentre con un “imprevisto” o empecemos una actividad deportiva, habrá un gran riesgo de lesionarnos de nuevo.
¿Cómo se trabaja?
Existen ejercicios específicos para trabajar la propiocepción, y podríamos describir muchos. Ahora no entraremos en ejemplos concretos de ejercicios porque podríamos alargarnos muchísimo, pero sí mencionaré las características básicas de este tipo de trabajo:
- Como hemos dicho, son ejercicios específicos para trabajar la propiocepción
- Son ejercicios donde se pone “en compromiso” a nuestro sistema musuclo-esquelético”. Es decir, ejercicios que tienen que ver con la conciencia corporal, el equilibrio y la coordinación.
- Es muy importante seguir una progresión, de más sencillos a más complicados. Hemos de ir reentrenando a nuestro cuerpo poco a poco, adaptándonos siempre a las necesidades. Solo cuando algo esté asumido, podremos ir aumentando el nivel y la complicación de los ejercicios.
- También es importante la variación. Cuanto más variemos los ejercicios mas estaremos entrenando a los receptores propioceptivos y más preparados estarán para reaccionar a diferentes necesidades.
Como veis, es una parte esencial de la recuperación después de una lesión, porque siempre se ve afectado y luego es vital para un correcto funcionamiento y evitar recaer en la lesión.
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