Mi nombre es Elena Guardiola, y soy fisioterapeuta por vocación.

Recuerdo un día, con unos 7 añitos, que en el colegio la profesora quiso que dedicáramos unos minutos a que nos hiciésemos masajes unos a otros para relejarnos. Y allí, sentaditos en los pupitres, tuve mi primer contacto con este mundo…y ¡me encantó!

Durante mucho tiempo llegaba a casa y mostraba encantada a mi familia todo lo que podía aportarles con mis manos, hasta que un buen día, un amigo de la familia que era fisioterapeuta, me habló de la profesión, que desconocía totalmente.

Aquello marcó un antes y un después.

Desde entonces tuve muy claro hacia donde me dirigía… Me encanta el cuerpo humano, me fascina su funcionamiento y sus incógnitas, descubrir cosas nuevas sobre su increíble complejidad, miles de funciones que trabajan al unísono con un objetivo común.

¿Por qué Fisioterapia y no otra profesión sanitaria?

Pues por qué siempre he confiado mucho en los medios naturales, no invasivos, para ayudar al cuerpo. Aún cuando desconocía bastante la profesión, confiaba en que tenía que haber algo más que los medicamentos para mejorar nuestra salud.

Y no me equivocaba.

El cuerpo tiene una tendencia natural a la recuperación cuando está dañado, a la auto curación, lo que me parece fascinante. Y nosotros podemos ayudar y guiar para que este proceso sea lo más optimo y correcto posible.

Además creo firmemente en el poder que todos nosotros y nuestra mente tenemos, para generar salud y sentirnos mejor.

Mi inquietud y mis ganas de aprender me han llevado a moverme mucho a nivel laboral.

 

He tenido siempre una necesidad constante de conocer diferentes especialidades, maneras de trabajar, profesionales, etc. Y allí donde he estado, he aprendido muchísimo, tanto de mis compañeros (a nivel técnico y humano) como de todos los pacientes que he tratado, que son los que realmente me han hecho crecer como profesional y me han inspirado para intentar mejorar cada día.

He trabajado en centros con pacientes neurológicos, centros de convalecencia, residencias, en una empresa de fisioterapia domiciliaria, he viajado a Italia, y he trabajado en diferentes centros hospitalarios (Hospital Guttmann, Hospital de Terrassa y Centro Médico Teknon), tratando pacientes hospitalizados y haciendo rehabilitación ambulatoria.

El trabajar en diferentes hospitales e instituciones, a la vez que me ha aportado unas experiencias increíbles, me ha generado ciertas necesidades e inquietudes que me impedían sentirme del todo realizada.

Me faltaba tiempo con mis pacientes.

No podía aplicar todo lo que consideraba necesario. Por muy buena intención que tuviera, sentía que no podía ayudar a la gente de la manera que me hubiera gustado. Veía muchas necesidades que no podía cubrir.

Todo esto me llevó, en el año 2012, a trabajar por mi cuenta en consulta privada, en domicilios, y haciendo colaboraciones con otros centros.

Actualmente tenemos la consulta en Lliçà d’Amunt i hacemos servicio a domicilio.

A la vez que intento cubrir ciertas necesidades que he encontrado a lo largo de mi experiencia, puedo realizar mi trabajo en unas condiciones en las que puedo aportar lo mejor de mí a cada persona, siendo siempre fiel a mis principios y valores.

Mi profesión es mi manera de aportar a otros las herramientas de las que dispongo para ayudarles en su proceso de recuperación, y ganarme la vida de una manera coherente, siendo fiel a mis creencias, disfrutando de lo que hago y apostando por lo que creo. Sólo así se que daré lo mejor de mí misma.

Mi visión holística.

Mi abordaje a la hora de tratar a un (paciente/cliente), dentro de mi especificad como fisioterapeuta, es holística.

Una persona no es “un brazo”, o “una espalda”. No es solo “un cuerpo”, es mucho más que eso. Es su mente, sus emociones, sus creencias, sus circunstancias, sus valores, sus necesidades…y todo esto y mucho más, constituye el todo.

Y cuando nos queremos recuperar, todo cuenta, porque al final, el cuerpo, es una expresión externa de algo mucho más profundo.

Creo que si abordamos el tratamiento desde una visión global de la persona, y recurriendo a todos los recursos posibles, fusionando los diferentes conocimientos y experiencias, y aplicando cada cosa según el momento y situación dentro de la evolución de cada uno, conseguiremos una mayor exclusividad, y por lo tanto, un mejor resultado.