Fisioterapia y depresión

Cuando oímos hablar de depresión, lo último que se nos ocurre es que un Fisioterapeuta nos pueda ayudar. Cierto es que esta enfermedad, como bien sabemos, es una enfermedad mental, y el profesional que ha de tratarte de manera prioritaria, es otro. Se encargan de ella de manera principal los psicólogos y los psiquiatras.

Pero esto no significa que otros profesionales no puedan ayudarte, de hecho es aconsejable que sea un equipo multidisciplinar quien acompañe durante el proceso a la persona que padece depresión.

¿Que és?

Primero veamos cómo se define esta enfermedad:

La depresión (del latín «depressio», que significa ‘opresión’, ‘encogimiento’ o ‘abatimiento’) es el diagnóstico psiquiátrico y psicológico que describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana (anhedonia). Los trastornos depresivos pueden estar, en mayor o menor grado, acompañados de ansiedad

El término médico hace referencia a un síndrome o conjunto de síntomas que afectan principalmente a la esfera afectiva: como es la tristeza constante, decaimiento, irritabilidad, sensación de malestar, impotencia, frustración a la vida y puede disminuir el rendimiento en el trabajo o limitar la actividad vital habitual, independientemente de que su causa sea conocida o desconocida. 

Aquí no entraremos en detalle de la etología de la enfermedad, pero sí hemos de tener en cuenta que el origen de la depresión es multifactorial. En su aparición influyen factores biológicos, genéticos y psicosociales.

¿Por qué puede ayudarte un Fisioterapeuta?

Aquí podemos hablar de dos conceptos que nos harán comprender por qué podemos ayudar a una persona que está sufriendo un estado depresivo.

  1. DISFUNCIÓN VISCERAL

Una disfunción visceral se refiere a un “mal funcionamiento”, que no tiene porque ser patológico.

A través del Sistema Nervioso, las alteraciones de las vísceras, que a veces son desencadenadas por alteraciones emocionales mal gestionadas, repercuten en la espalda y  otras partes del cuerpo, dando lugar por ejemplo, a dolores, contracturas, etc.

 

  1. LENGUAJE CORPORAL

Por otro lado sabemos que nuestros sentimientos se manifiestan a través del “lenguaje corporal” en nuestros movimientos y nuestra postura.  De manera general y como ejemplo, hablaremos del sentimiento de tristeza y de felicidad:

Cuando una persona se siente FELIZ, nuestro cuerpo reacciona de la siguiente manera:

  • Nuestra columna vertebral se erecta
  • Hay una retropulsión de la cintura escapular (hombros hacia atrás)
  • Aumenta el volumen de nuestra caja torácica
  • Rasgos faciales: le elevan las comisuras faciales y se abren mas los ojos

Cuando nos sentimos TRISTES, ocurre lo siguiente:

  • La columna vertebral se flexiona (se redondea hacia abajo)
  • Hay una antepulsión de la cintura escapular (hombros hacia abajo y hacia adentro)
  • Los brazos los llevamos “caídos”
  • Las piernas están “semiflexionadas” y a veces andamos arrastrando los pies.
  • Rasgos faciales: las facciones se “hunden”

¿Cómo puede ayudarte un Fisioterapeuta?

Como podéis deducir, las consecuencias derivadas de ir siempre en una actitud postural derivada de la depresión, trae consecuencias negativas a nuestro cuerpo: adquirimos malas posturas, aparece dolor, contracturas, etc.

Por otro lado, nuestro cerebro que no “entiende” cuál es el origen, “entiende” que si adoptamos una postura semejante a la descrita en la felicidad, “nos hemos de sentir así”. Con lo que mejorando la postura, no cambiará nada radialmente ni mucho menos, pero nos ayudará a “sentirnos mejor”.

Por lo tanto, un Fisioterapeuta, te puede ayudar durante el proceso de manera complementaria, a través de:

  • Relajación muscular
  • Liberar tensiones
  • Técnicas de relajación para ayudarte a conciliar el sueño
  • Ejercicios de fortalecimiento
  • Técnicas específicas de fisioterapia, tanto manuales como a través de aparatologia, para disminuir el dolor y tratar las consecuencias musculo-esqueléticas que derivan de todo el proceso.
  • Realizar un plan de actividad física.

Esto último es muy importante, ya que la actividad física, entre otros muchos beneficios, favorece la liberación de neurotransmisores, favorece la creación de nuevas conexiones neuronales y aumenta los factores de crecimiento celular. El ejercicio aporta beneficios a nivel físico, mental y social, por lo tanto, es algo que hemos de tener muy en cuenta como factor muy beneficioso en la recuperación de la persona depresiva.

 

Abrir chat
Gracias por llega hasta aquí
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?
Los datos que nos ofrezcas serán confidenciales entre usted y nosotros/as.
Ir al contenido