¿Has oído hablar de las fascias?
A lo mejor te suena haber escuchado esta palabra si alguna vez has ido al fisio. Actualmente, el tratamiento fascial, está incluido en muchos abordajes, ya que hablamos de un tejido, las fascias, que afecta directa e indirectamente a casi todo nuestro organismo.
En este post, quiero explicar un poco que es esto del tejido fascial, y cómo, a través de la fisioterapia, lo trabajamos, como lo hacemos por ejemplo de manera más conocida, con los músculos.
Solo con la definición de lo que es una fascia, podrás deducir su repercusión en el correcto funcionamiento de nuestro organismo, y no solo a nivel locomotor, sino por ejemplo también, visceral, ya que una tensión a este nivel, podría alterar el funcionamiento óptimo de un órgano o generar molestias.
¿Qué es el sistema fascial?
Definición de fascia:
La fascia es una estructura de tejido conectivo muy resistente que se extiende por todo el cuerpo como una red tridimensional. Es de apariencia membranosa y conecta y envuelve todas las estructuras corporales. Da soporte, protección y forma al organismo.
La fascia es un tipo de tejido conjuntivo, laxo y denso. A parte de células específicas de este tejido, también se compone de un tipo de fibras que le dan las propiedades que tiene: la ELASTINA, el COLÁGENO, y la RETICULINA.
Como veis, es un tejido que envuelve cada estructura de nuestro organismo, sea muscular, visceral, etc. En realidad, no hablamos de muchas fascias, sino de una sola, ya que tiene continuidad física en todo el organismo. Aunque hablemos de “sistema de fascias”, no existe una fascia para cada estructura, sino que va envolviendo cada una de ellas pero sin separarse nunca.
Envuelve y aísla las estructuras profundas del cuerpo.
El sistema de fascias se caracteriza por una gran capacidad de deslizamiento y desplazamiento. Hacen posible los pequeños movimientos fisiológicos.
Hablamos de fascia superficial, que correspondería al tejido subcutáneo, y la fascia profunda, que es una capa de tejido conectivo denso y organizado, que cubre la mayor parte del cuerpo paralelamente o profundamente a la piel y al tejido subcutáneo.
Al ser una membrana que envuelve cada una de las estructuras, y además mantiene todas las partes en relación (no está separada una de otra, es una “malla continua”), hace que cobre una gran importancia una visión global del tratamiento fisioterápico, ya que una tensión o restricción fascial en un punto, nos podría dar sintomatología local o “a distancia”.
Función del sistema fascial*
Las principales funciones del sistema fascial, tanto las que están directamente relacionadas con estructuras musculo-esqueléticas como en las que están implicados elementos viscerales, son:
- Recubrimiento: como hemos mencionado antes, los distintos grupos musculares y vísceras están rodeados por el tejido fascial.
- Conexión: el tejido fascial conecta estructuras viscerales entre sí, como también puede relacionar estructuras miofasciales superficiales con otras más profundas.
- Suspensión: papel de sujeción y anclaje de distintos órganos a las paredes de las cavidades donde se encuentran.
- Adaptación a las fuerzas mecánicas
- Integridad postural: es un tejido con un papel destacado en la propiocepción y en la recepción del dolor. Por lo tanto, las fascias resultan especialmente importantes para el mantenimiento de la postura en bipedestación.
- Transmisión de movimiento
- Compartimentación: las fascias forma en distintas regiones del cuerpo tabiques que agrupan estructuras anatómicas desde un punto de vista funcional.
- Asegurar la vascularización e inervación: los elementos vasculares y nerviosos discurren entre planos fasciales que facilitan su llegada a los diferentes órganos. Cuando hay fibrosis o restricciones fasciales, esta vascularización e inervación pueden verse alteradas.
De qué manera incide la Fisioterapia en este sistema
Las fascias pueden verse alteradas, a nivel biomecánico, por un exceso de tensión o por un exceso de distención, cosa que hará que no realice correctamente sus funciones.
Cuando hay una restricción miofascial, como consecuencia por ejemplo de un traumatismo o un estrés mecánico, hay un bloqueo de la entrada de nutrientes y eliminación de desechos metabólicos. Esto es debido al aumento de densidad de las fascias por una estimulación de la secreción de fibras de colágeno.
Este exceso de fibras de colágeno, puede provocar puntos gatillo, bandas tensas, etc. que provocarán dolor y alteración funcional de la propia fascia y del tejido u órgano que envuelve.
Podemos encontrar patología específica de la fascia, como por ejemplo seria una cicatriz, una adherencia, etc., o alteraciones secundarias a una lesión osteo-muscular.
Con el abordaje fisioterápico, buscaremos:
- Liberar tensiones fasciales
- Romper adherencias
- Restaurar la correcta función de la fascia
- Permitir, con su correcta función, una mejor función de las estructuras que envuelve, ya sean viscerales o musculares
- Un mejor tratamiento posterior de otras estructuras, por ejemplo, articulares, musculares, etc.
El abordaje lo podemos realizar de manera totalmente manual, o a través de “ganchos”, con la técnica conocida como “fibrolisis instrumental miofascial”. A través de maniobras específicas incidiremos directamente en este tejido, ayudando a tratar mejor alteraciones en otras estructuras, o solucionando alteraciones específicas a este nivel que nos provocan por ejemplo, disfunciones viscerales, alteraciones musculares o limitación de la movilidad articular.
Como veis, hablamos de un tejido que quizá no es muy conocido a nivel de los pacientes, pero que es de vital importancia a la hora de tratar alteraciones neuro-músculo-esqueléticas, y viscerales, por parte del Fisioterapeuta.
Espero que os haya gustado y servido para entender un poco más, cómo el fisioterapeuta puede actuar cuando os realiza un tratamiento.
*Sistema Fascial. Anatomía, valoración y tratamiento (R.Tutusaus, J.M.Potau), 2015 Editorial Médica Panamericana,S.A.